viernes, 18 de agosto de 2023

Málaga no es la misma sin ti.

Desde la terraza más alta que he encontrado por el centro, observo la ciudad que me enseñó que la vida puede tener más luces que noches oscuras y que, sin duda, merece mucho más la pena que lo que hay ahora mismo en mi vaso. No siempre he sabido verlo; me he refugiado en cuerpos y almas vacías, en decisiones absurdas y en la excusa de que vivir se basa en cometer errores. En las ansias de juventud y, en cierto modo, de recuperar algún tiempo perdido. En querer ir siempre un paso por delante y no ser capaz de disfrutar cada una de las paradas, todas dignas de saborear. 

Entre sorbos no paro de pensar. Mi mirada se clava en un punto concreto: una de las calles donde más feliz he sido en toda mi vida y que prometí no volver a cruzar jamás. Sigo sin ser capaz de asumir que ya no andamos por ella de la mano y que nuestro recuerdo se vuelve, cada vez más, en algo borroso a lo que me quiero aferrar pero que está dejando de existir. Me he acostumbrado a verte a través de una pantalla, a no saber de ti, a enterrarte con vida y, como es habitual en mí, a seguir sangrándote en noches como estas. 

Observo la ciudad que me ha dado tanto, aunque me grite tu nombre en cada rincón. Y me pregunto quién me echaría de menos si algún día me voy de aquí. Creo que me da miedo saber la respuesta. 

viernes, 21 de abril de 2023

Pensamientos de una noche sin dormir.

Los monstruos sí existen

Los que venimos del invierno sabemos cuándo se acerca el momento de despedirnos de los rayos de sol. He fingido que podía quedarme a vivir aquí, en la luz que tanto anhelé en los años más turbios de mi vida, pero las llamas se están esfumando y yo me estoy quebrando los huesos intentando huir de la oscuridad. 

Los monstruos sí vienen por la noche, nunca fue un cuento para niños. Pero si algo me asusta más que ellos es que la felicidad se sienta tan efímera y el dolor, en parte, sea como volver a casa.


No quiero desaparecer

Me visualizo desde fuera y no consigo reconocerme. Estoy constantemente rodeado de gente y, sin embargo, me siento más solo que nunca; como si no perteneciera a ningún lugar. Personas que hablan pero no escuchan, personas centradas en sus propios intereses sin importar las consecuencias. "¿Seré como ellos?" me pregunto, despavorido, en más de una ocasión. Y es que últimamente siento una tremenda culpa al darme cuenta de que estoy priorizando el fin sin importar los medios, siendo ese fin mi utopía de felicidad y los medios las personas que más quiero.

Llevo un tiempo sintiendo que no pertenezco, que no estoy. Que me estoy yendo o que ya me he ido. Que me estoy borrando de la vida de todos.


Escala de grises

He visto todas tus luces y sombras, tus virtudes y defectos. Te he sentido hogar, pero a veces, he tenido la impetuosa necesidad de huir. Me has salvado, pero también me has dejado noches en vela y mañanas con ojeras. Te he sentido afín y alguna vez he pensado que somos polos opuestos. Me has dado paz pero también la peor de las guerras. Has curado heridas y has abierto otras ya cicatrizadas. Has sido cómplice y adversario. Has sido música y silencio. Has sido pena pero también gloria. Has sido el faro donde van a parar todos los barcos y el iceberg que los destroza. He tenido la certeza de que tengo que dejarte ir, pero también de que te quiero seguir eligiendo. 

viernes, 20 de enero de 2023

Pero si te quedaras...

Si algún día te fueras y ya no quisieras ver más amaneceres conmigo, buscaría la manera de no hablar nunca más con el sol. Si algún día ya no te hicieran gracia mis chistes, ni efecto mis afectos, seguramente encontraría aflicción incluso en la canción de pop más cursi del mundo. Si algún día mi boca te hablara, gritara o susurrara y ya no pudieras escuchar mi voz, no volvería a pisar las calles donde nos juramos que la vida no sería la misma sin nosotros.

Si algún día te fueras y quisieras ver otros amaneceres, escuchar otros chistes, buscar otros afectos y oír nuevas voces, no podría culparte.

Si algún día te fueras y decides que los bailes a medianoche, los viajes improvisados y los fuegos artificiales que aparecen en nuestra habitación cada vez que rozamos nuestros cuerpos deben quedar en el recuerdo, intentaré soñarte cada noche.

Cuando te vayas, por favor, no te olvides de lo que fuimos.