domingo, 14 de diciembre de 2014

Amarga aprensión.


Llevo varios días dándole vueltas a cómo poder expresar esto de forma escrita. Y, tras mucho pensar, he llegado a la conclusión de que soy incapaz. Se me hace demasiado pesado recordar algo que solo quiero olvidar. Mi mente bloquea inmediatamente cualquier pensamiento relacionado, y se lo agradezco.
No ha sido fácil. Nunca había sentido antes esa sensación. Es horrible no saber si tiemblas de frío o de miedo. Querer dormir para no pensar. Es horrible cuando la pesadilla no acaba al sonar el despertador, sino cuando es en ese momento cuando empieza.
Enfrentarme cara a cara al miedo es lo más duro que he hecho en toda mi vida. Pero ya solo queda dejarlo atrás, intentar olvidar y seguir.
No suelo ser una persona demasiado positiva, pero creo que hay que intentar sacar la parte buena de las cosas, y me quedo con lo aprendido.
 
Probablemente esta sea la entrada más inútil que escriba y que menos aporte a la persona lectora, si es que existe. Pero simplemente necesitaba escribirlo, aunque fuese de esta manera tan absurda.

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