Sé que he cometido errores. Sé que he hecho muchas cosas mal y seguramente siga haciéndolas, aunque no sean intencionadamente. Pero... aún así, no puedo arrepentirme. Muchas de esas cosas me han hecho crecer, y sobre todo, aprender.
No tenéis que volver a desconfiar de mi. Sé que es difícil, pero quiero que entendáis que soy una persona muy diferente a como era antes. Me avergüenzo de muchas cosas y me duelen recordarlas, pero vuestra mirada de decepción siempre es lo que oprime mi pecho.
Sé que he inundado vuestros ojos de lágrimas, que os he robado horas de sueño e incluso os he hecho sentir miedo. Sé que os he decepcionado en incontables ocasiones, y que la confianza entre nosotros ha estado, o quizás aún siga colgando de un hilo.
También sé que estoy muy lejos del prototipo de hijo que os gustaría tener. Ni soy cariñoso, ni soy simpático y desde luego tampoco soy gracioso. Más bien, soy todo lo contrario. Y bueno, la lista es más larga.
Os pido perdón por ser una decepción, por no ser como os gustaría que fuese y por tener mil defectos.
Mamá, tú siempre dices: "con lo fácil que es ser normal..." Y sí, lo es. Pero no soy normal. Sé que soy difícil, que no es fácil lidiar con mis paranoias ni con mi forma de ser. Pero si no fuese así, no sería yo. No he elegido ser así.
[...]
Intento hacer las cosas bien, de la forma correcta. [...] ... no es que no confiase en vosotros, pero no podía volver a ver esa mirada de decepción. No podía permitir que sufrieseis una vez más por mi culpa. Elegí superarlo yo solo, y no me arrepiento. También sentía vergüenza. Estoy harto de sentir vergüenza y de sentirme encadenado a errores del pasado. [...] ... pero aún intentando hacer las cosas bien, os he vuelto a decepcionar y he vuelto a nublar vuestra mente de preocupaciones y miedos.
Escribo esta carta porque sería incapaz de decir esto hablando. Y bueno, el objetivo es haceros entender que he cambiado. Que no soy como antes, que podáis entenderme un poco más y disculparme por todo el sufrimiento que he causado.
Papá, mamá, no puedo ser perfecto. Pero no voy a parar hasta conseguir que os sintáis orgullosos de mi.