Estos meses he aprendido algunas cosas sobre el invierno. He aprendido que puede llegar a ser tan frío que es capaz de congelar todos mis huesos aún a treinta grados bajo el Sol de Marbella, y que es algo que se lleva por dentro.
Lleva mucho tiempo siendo invierno para mí, pero la última cosa que he aprendido -y eso que nos la enseñan en parvulitos...- es que el invierno solo dura tres meses; y ese es el tiempo que debo permitirle estar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario