jueves, 1 de agosto de 2019

Microcuentos. #4

25.
Ya he perdido la cuenta de cuántos días llevo sin verte, pero me acuerdo perfectamente de todas y cada una de las noches que me ha tocado lloverte.

26.
"¿Nos vamos a volver a ver?"
En cuanto hice aquella pregunta fui consciente de que daba igual su respuesta. Y es que en ese momento asumí que, aunque nos volviésemos a ver algún día, jamás nos volveríamos a mirar.

27.
La obsesión con la libertad que siempre me ha acompañado me convierte, paradójicamente, en prisionero de un mundo que no entiende que existan alas más grandes que responsabilidades. 

28.
Éramos la versión más serena de Bonnie y Clyde, con la diferencia de que nosotros nos declaramos la guerra y nos robamos tantas cosas que cuando morimos ya estábamos vacíos.

29.
Este mes he llorado más veces de las que me he corrido, y si eso no se considera una derrota tengo un concepto un poco turbio de lo que significa estar bien.

30.
Diego solía preguntarme a qué le tenía miedo, y aunque lo que más temía era tener que echarle de menos siempre le respondía que a las cucarachas. 

31.
A veces nos imagino siendo protagonistas en una de esas películas en blanco y negro: anclados en el pasado y perpetuos en el recuerdo.

32.
Aquella noche de finales de junio fuimos tan libres que nos envidiaron los leones más salvajes de África occidental. Disfrutamos de nuestra juventud y del regalo que nos brindaba la vida al tenernos los unos a los otros. Fue una de esas noches que, mientras la estás viviendo, te das cuenta de que vas a recordar el resto de tu vida.

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