miércoles, 22 de junio de 2016

Yo nunca pasé página.

Yo nunca pasé página. No sé para qué iba a querer hacerlo, si me encantaba esa. De arriba a abajo y con su esquinita doblada. La habría leído mil y una vez, y en todas ellas habría sonreído como un niño pequeño al principio y me habría ahogado entre lágrimas al leer sus últimas líneas. Así que no; yo nunca pasé página, ni quise hacerlo. A mí me obligaron a arrancarla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario