Que soy de los que se quedan hasta las cuatro de la mañana leyendo poesía; que odio la cerveza, pero no iba a reconocerte que prefería un zumito de piña. Que llevaba toda la noche mirando al cielo por si veía alguna estrella fugaz y que probablemente acompañe palabras que salen de lo más profundo de mí con un insulto para que no suenen tan cursis. Quizás nunca te haya dicho todo esto en voz alta, pero ya sabes que "me haré el duro, no vaya a ser que vengas con ganas de romperme algo que no sea la ropa" -o los esquemas-.¿Sabes esos momentos en los que dices: "no querría estar en ningún otro sitio que no sea aquí"? No respondas todavía.
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