Frío en los huesos, música de piano y una mirada perdida obstinada en mirar atrás.
Desnudo ante un nuevo yo al que no entiendo, que cada vez exige más y se conforma menos; ante una vida que me deja indiferente, me hastía y no me sacia.
¿Es mejor no sentir nada a sentir dolor?
No hay comentarios:
Publicar un comentario